Un proyecto de auto-organización, ReSew

Author

Patrick Le Tréhondat

Date
November 9, 2023

La capacidad de autoorganización de la sociedad ucraniana fue crucial desde los primeros días de la escalada bélica. Donde el Estado no podía asumir sus tareas, la sociedad se organizó para responder a ellas. Se ha desarrollado una gigantesca labor social, humanitaria y solidaria, incluso en el ámbito militar, con la Defensa Territorial que en cierto modo se ha convertido en la organización del pueblo en armas. Esta tradición de autoorganización no surge de la nada. La Comuna de Maidán (noviembre 2013-febrero 2014) ya había demostrado al mundo entero la profunda voluntad del pueblo ucraniano de tomar en sus manos sus propios asuntos. Además, el poderoso movimiento cooperativo ucraniano de principios del siglo XX también alimentó esta aptitud. Ha sido un camino y un instrumento tanto para la emancipación nacional (anticolonial) como para la emancipación social y económica. Uno de los programas del festival de cine feminista 2023 estará dedicado a los derechos laborales. Según las organizadoras, “Aunque se nos vende activamente la idea del éxito profesional y de que el espacio de trabajo es como un segundo hogar, frecuentemente el trabajo no se hace por placer sino por supervivencia. Para nosotras, los derechos laborales son ante todo un asunto de solidaridad y empatía. Por eso hemos invitado a coorganizar este programa a ReSew (Cooperativa de costura), que funciona política y ecológicamente sin jefes ni subordinados y que está unida por el amor a su trabajo: la costura”. Damos continuación a nuestra exploración del mundo de las cooperativas y de las nuevas formas de autoorganización de la sociedad ucraniana con esta entrevista a las animadoras de esta cooperativa.

¿Qué nos podéis decir sobre la historia de vuestra cooperativa y sus actividades, antes y después del 24 de febrero [inicio de la guerra total de Rusia contra Ucrania en 2022]. ¿Cómo trabajáis y decidís? ¿Cuáles son las perspectivas de futuro?

Nos organizamos como cooperativa en agosto de 2016. Consideramos este proyecto como económico, ambiental y feminista, con la intención de trabajar en las siguientes áreas:

  1. Popularizar la reparación y el reciclaje de prendas de vestir y textiles, así como de un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente.
  2. Publicar información sobre la discriminación en la producción de prendas de vestir y textiles (económica, ambiental, de género), sobre el reconocimiento de un valor justo del trabajo en la industria de la confección, sobre la crítica a la fast fashion [moda rápida] y sobre la sobreproducción de vestimentas y textiles.
  3. Asumir la responsabilidad conjunta de todas las personas participantes en el proyecto en cuanto al funcionamiento de la cooperativa: reuniones colectivas, toma de decisiones por consenso, gestión conjunta de las redes sociales utilizando un marketing alternativo (no agresivo), comunicación con los clientes, adquisición y búsqueda de materiales, constitución de un sistema financiero transparente controlado por todos los miembros de la cooperativa, así como en otras funciones.

Posteriormente, empezamos a organizar talleres donde enseñamos, asesorábamos y ayudamos a reparar la ropa, a modificarla para adaptarla a las necesidades de quien la usa. Renovar bolsitas y bolsas de lona en sustitución de las de plástico, así como bragas menstruales reutilizables. Hemos comenzado a colaborar mucho con las comunidades queer y trans*, creando ropa cómoda y asequible para sus miembros. Todo esto nos resultó importante e interesante; teníamos clientes habituales y participantes en talleres que apoyaban nuestros principios

Poco a poco ganamos el suficiente dinero para comprar máquinas de coser y un generador de vapor, creando condiciones cómodas en el taller. Dependiendo del año, hubo 5, 3, 2, 4, 3 participantes. En 2018, junto con la iniciativa de arte Zboku, alquilamos un espacio común y comenzamos a funcionar como un centro comunitario para personas queer, trans* y no binarias en Kiev.

Queríamos animar a las costureras a unirse en nuestra cooperativa o a formar cooperativas similares. En general, para popularizar la forma cooperativa como alternativa a la forma jerárquica, hemos participado en manifestaciones contra el nuevo Código Laboral del Trabajo y en eventos artísticos, culturales y educativos dedicados a la lucha por los derechos laborales y condiciones laborales en Ucrania. Por supuesto, nos enfrentamos a muchos problemas: el bajo precio en el mercado de los productos del trabajo textil, la devaluación y el desprestigio del trabajo de costura e incluso el acoso online. Pero gracias a nuestro entusiasmo y a que nos rodeaban personas que compartían nuestros principios, la cooperativa ha seguido innovando.

Desde el 24 de febrero de 2022 nos quedamos en Kiev durante aproximadamente un mes. Nos mudamos a este estudio porque era un semisótano; cosimos voluntariamente galones y ropa interior para militares y miembros de la Defensa Territorial. Ayudamos a todo el mundo que pudimos entre nuestros familiares, nuestros amigos y a vecinos del barrio donde vivíamos.

El 20 de marzo de 2022, dos miembros de la cooperativa parten hacia Finlandia. En el extranjero, comenzamos a organizar eventos (cenas de solidaridad, proyecciones de películas, presentaciones) para recaudar fondos para nuestros camaradas y para iniciativas que sabemos que continúan funcionando en Ucrania, incluida la prestación de ayuda humanitaria a civiles que están en primera línea y de ayuda militar a personas procedentes de las comunidades antijerárquicas, feministas y queer. También es resulta importante mantener relaciones con nuestras amistadades y camaradas, con quienes hemos realizado actividades en los últimos años y que han formado nuestra comunidad, pero que ahora están dispersas por todo el mundo.

El Festival Feminista de Kiev os presenta como "política y ecológicamente sin jefes ni empleados". ¿Qué significado dais a esta presentación?

Una de las ideas y principios de la cooperativa fue la estructura horizontal de la organización. Tonya (Ton) Melnyk, una de las fundadoras de la cooperativa, nos dijo que ella tenía experiencia en el funcionamiento de la industria textil en Ucrania desde diversos puestos, tanto subalternos como de dirección. En todos los aspectos, había sido una experiencia decepcionante, porque o se recortaban salarios y condiciones, o los superiores jerárquicos le obligaban a hacerlo en aras de la rentabilidad. Todo esto conducía a la explotación de sí misma, de los demás y de los recursos naturales, lo que no concordaba con Ton ni con su pasado activista

En su momento, hace 10 años, nació la idea de una empresa horizontal de costura, donde no habría ni jefe ni subordinado, donde todas las decisiones se tomarían según el principio del consenso, teniendo en cuenta los intereses y la voz de cada miembro de la cooperativa, en la que las ganancias se distribuirían equitativamente, o según principios alternativos según lo acordado entre todas las personas participantes.

Inicialmente, las personas interesadas en crear ReSew procedían del activismo ecologista, por lo que ReSew se diseñó como un proyecto de reciclaje. Pero, sobre todo, la idea encontró eco en círculos de izquierda, anarquistas, feministas y queer. La actitud crítica de todos los miembros de la cooperativa hacia la moda rápida, la sobreproducción y la contaminación causada por la industria mundial de la confección, así como la explotación de personas principalmente socializadas como mujeres, dio origen a la idea fundamental de oponerse política y ecológicamente a todas las formas de explotación.

¿Conocéis otras cooperativas como la vuestra en Kiev o Ucrania? ¿Tenéis relaciones con ellas?

Mientras trabajábamos en Kiev, cooperamos con muchas iniciativas y organizaciones horizontales de base, como ZBOKU, Salt, Femsolutions, FreeFilmers y otras. Pero si hablamos de cooperativas de producción, estaban Bar Koshchei y la cooperativa Hleb Nasushchnyi (el pan cotidiano). Esta última prepara platos veganos a partir de productos liofilizados y los ofrece a la comunidad a precios muy económicos o gratuitamemte, así que le invitamos a varios de nuestros eventos, incluido Freemarket 2018. Fue una cooperación interesante y positiva. También sabemos de varias cooperativas que existieron y algunas de las cuales todavía existen en Ucrania, aunque no hubo una cooperación específica entre nosotros. Por ejemplo, en Nyzhnye Selyshche (Transcarpacia), se encuentra la cooperativa Longo Mai, que produce zumos directamente exprimidos; en Lviv hay una cooperativa que vende ropa y calzado deportivo; En Járkov existe desde hace algún tiempo una cooperativa de alimentos basada en un espacio ocupado anarquista. También conocemos varias cooperativas de Bielorrusia y Rusia que comparten principios similares a los nuestros, y hemos cooperado varias veces en eventos anarquistas conjuntos. Por ejemplo, la cooperativa de impresión Listovka y la tienda de falafel Horizontal.

A principios del siglo XX, Ucrania experimentó un importante movimiento cooperativo que fue una palanca para la liberación nacional y social de Ucrania. ¿Qué papel dais a las cooperativas como la vuestra en una transformación social de Ucrania con vistas a la emancipación social?

Las cooperativas son, en nuestra opinión, una de las formas de difundir los principios e ideas de la autoorganización en la sociedad. Muchos movimientos populares están en deuda con estas ideas. Y los movimientos de base, a su vez, conducen a importantes cambios y transformaciones sociales. Nuestra cooperativa es aún demasiado joven como para poder medir el impacto de las actividades de Resew en la sociedad. Al mismo tiempo, a lo largo de los años de actividad, la actitud hacia ideas como el reciclaje, la reutilización y el comportamiento respetuoso con el medio ambiente han evolucionado significativamente. Las compresas higiénicas reutilizables, las bragas menstruales, las bolsitas y los bolsos ya están de moda y no se asocian con el pasado soviético. Pero si hablamos del movimiento cooperativo en general, es una escuela para personas que pueden organizarse y actuar en diferentes situaciones sin liderazgos, lo que se reflejó repetidamente en la sociedad ucraniana al comienzo de las protestas de Maidán, así como al principio y durante la gran invasión rusa. La capacidad de autoorganizarse es una herramienta que permite a la sociedad mostrarse como agente político al que el actual gobierno debe escuchar. Y el rumbo que tome la sociedad dependerá de cómo se utilice esta herramienta. Por eso es muy importante fortalecer la voz de las comunidades de base, feministas y antijerárquicas en Ucrania para evitar el dominio del discurso de derecha, que fácilmente se apodera de las mejores herramientas de organización social en un contexto de guerra.

A menudo asociamos cooperativas como la suya con el término autogestión. ¿Le parece que este término autogestión refleja lo que es su cooperativa? ¿Es esta una idea familiar dentro de la izquierda ucraniana o, más generalmente, en las actividades sociales?

Distinguimos entre los términos "autogestión" y "autoorganización". Pensamos que lo más aplicable es la autoorganización de las personas, de individuos que invierten muchos recursos en las actividades de una organización horizontal de base. Al fin y al cabo, las personas miembro de la cooperativa no solo son costureras, también se comunican con los clientes, compran materiales, publicitan las actividades de la organización, escriben artículos educativos y activistas, son contables, responsables de relaciones públicas, se encargan de la limpieza, son "community managers" y militantes. Todas las personas implicadas en el funcionamiento de la cooperativa son igualmente responsables de su funcionamiento. El término autogestión, en nuestra opinión, borra un poco la contribución de cada una de las personas que trabajan en la cooperativa.

Tampoco creemos que cualquiera pueda unirse a nuestra cooperativa en ningún momento. Es necesario que compartan los principios del feminismo interseccional, las ideas ecológicas de producción y que estén dispuestas a trabajar responsablemente en una estructura no jerárquica. Según nuestras observaciones, principios similares guían a la mayoría de las organizaciones de izquierda en Ucrania y en el extranjero que se posicionan como horizontales o no jerárquicas (o débilmente jerárquicas) y practican herramientas de democracia directa.