NPA Commission Europe
Aunque es demasiado pronto para evaluar la aplicación de esta directiva en Francia, es posible señalar varios problemas:
En general, la aplicación de la directiva, aunque tiene el inconveniente de crear una nueva categoría de exiliados con derechos diferentes, tiene el mérito de haber ofrecido a los desplazados de Ucrania nuevos derechos. Por tanto, la Europa fortaleza no es inevitable. Y la provisión de recursos, cueste lo que cueste, es una cuestión de voluntad política. Queda por ver cómo la apertura de estos derechos podría crear un precedente. Muchos de los derechos que abre la protección temporal han sido reclamados por los activistas del exilio en Francia durante años, sin éxito. Además, la aplicación de la directiva pone de manifiesto que el Reglamento de Dublín vuelve a ser inaplicable y queda anulado.
EL PRINCIPAL PROBLEMA RADICA EN EL ACCESO A LA PROTECCIÓN TEMPORAL
1) Los no ucranianos que no puedan regresar a su país de forma segura y sostenible tendrán que explicar su situación en la ventanilla de la prefectura y se les expedirá un APS de un mes, renovable hasta que se reciba una respuesta, ya que el APS no abre ningún derecho. Esta vaga cláusula sugiere varios problemas: ¿qué criterios se utilizarán para evaluar lo "seguro y duradero"? Parece que se basa en una posible persecución, pero en ningún caso en criterios económicos o de vida privada y familiar, especialmente en el caso de la pérdida de vínculos en el país de origen. Por último, la interpretación caso por caso puede variar de una prefectura a otra, y existe el peligro potencial de que se emitan OQTF. Esto podría afectar a muchos estudiantes o trabajadores extranjeros de Ucrania que vienen a Francia.
2) Los ucranianos que viven en Francia de forma irregular están excluidos. Por supuesto, pueden solicitar asilo y probablemente obtener protección subsidiaria.
3) Es imposible saber qué criterios utilizarán las prefecturas para evaluar la estabilidad de la relación con la pareja a fin de decidir el derecho a reunirse con el beneficiario de la protección temporal. Existe el peligro de que estos criterios difieran de una prefectura a otra o de que se exijan documentos que demuestren esta estabilidad.
La demanda de incluir a estos grupos de personas en el derecho a la protección temporal es legítima y urgente. Se trataría de aplicar el artículo L581-7 de la CESEDA: "En las condiciones previstas en el artículo 7 de la Directiva 2001/55/CE del Consejo, de 20 de julio de 2001, podrán beneficiarse de la protección temporal otras categorías de personas desplazadas que no estén contempladas en la Decisión del Consejo prevista en el artículo 5 de la misma Directiva, cuando estén desplazadas por las mismas razones y procedan del mismo país o región de origen. "
LA CUESTIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN
Los países de la UE deben repartir las personas de Ucrania. Esto no se ha decidido, mientras que países como España y Francia reciben una cifra ridícula en comparación con los países fronterizos dentro de la UE o fuera de ella, como Polonia y Moldavia, por ejemplo. En la actualidad, es difícil exigir la reubicación de los desplazados internos, ya que se dirigen a los países de su elección y Francia y España no resultan atractivas debido al escaso número de ucranianos que viven allí y, por tanto, a los vínculos para los desplazados internos. Por otro lado, es imprescindible que los países de la UE, y Francia en particular, presionen al Reino Unido para que conceda la exención de visado a los ucranianos que deseen ir allí.
RUSOS Y BIELORRUSOS
La circular sólo afecta a los habitantes de Ucrania, mientras que la invasión ha tenido consecuencias dramáticas en la propia Rusia y en Bielorrusia. Es cierto que los ciudadanos rusos o bielorrusos, que son los grandes olvidados del sistema, podrán solicitar asilo una vez en Francia. Las representaciones diplomáticas francesas en Rusia y en los países vecinos deberían estar obligadas a expedirles visados de asilo (visados D), que ya existen pero se conceden de forma discrecional.
EFECTOS PERVERSOS DE LA APLICACIÓN DE LA DIRECTIVA....
La saturación de alojamientos disponibles ha llevado a las prefecturas a depender en gran medida del compromiso de los ciudadanos para garantizar que nadie de Ucrania duerma en la calle. Sin embargo, la presión podría dar lugar a medidas discriminatorias y amenazas al alojamiento de otras categorías de exiliados, que se ven obligados a vivir en tiendas de campaña durante todo el año, y a la "acogida" de estos últimos en las prefecturas, que carecen de personal. La misma observación se aplica al derecho al transporte gratuito.
PRIMERAS POSICIONES Y MOVILIZACIONES
Desde muy pronto, las asociaciones que habían solicitado y se habían movilizado para la aplicación de la directiva en 2015 acogieron con satisfacción su transposición en Francia, pero se mostraron preocupadas por su interpretación restrictiva. Lo mismo ocurre con las asociaciones de solidaridad con los exiliados. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha producido ninguna movilización en torno a todas estas reivindicaciones.
Se han adoptado posiciones críticas, incluso en el seno del LREM. La mayoría de las críticas se centran en la imposibilidad de que los "estudiantes", sobre todo los "africanos", reciban protección temporal. Y a raíz de esto, se han desarrollado una serie de movilizaciones, a iniciativa de los estudiantes que han exigido (París 1 y París 8) y a veces conseguido que los rectores de las universidades, que no siempre son reticentes, inscriban a los estudiantes no ucranianos que han huido del conflicto. Estas primeras victorias, recientes en Aix-Marsella, París-Cité y Burdeos, ponen de manifiesto que el registro debe ir acompañado de un derecho de permanencia.
Al margen de la aplicación de la directiva en Francia, otro sector se movilizó: los trabajadores ferroviarios, que fueron los primeros en exigir la gratuidad del transporte para los "refugiados ucranianos". Una vez adquirida la gratuidad, algunos de ellos volvieron a la carga, sobre todo a través de la CGT, que se negó a distinguir entre las personas con derecho a transporte gratuito y las demás, que huían de Ucrania y no podían presentar los documentos necesarios para viajar gratis.
Estas movilizaciones plantean reivindicaciones cuyo contenido no se aparta de la propia directiva europea, ni de su transposición en Francia. La prueba es España, que ha hecho una interpretación más generosa