Kateryna Semchuk Thomas Rowley
Los mineros y la dirección de una mina de carbón de propiedad estatal en el oeste de Ucrania se declararon en huelga por lo que consideran un intento de toma de control de la mina. El llamado a la huelga en la mina nº 9 de la ciudad de Novovolynsk es la primera manifestación importante de los trabajadores en Ucrania desde la invasión rusa del 24 de febrero y el anuncio del gobierno ucraniano de la ley marcial, que prohíbe todas las manifestaciones.
El mes pasado, los mineros consiguieron impedir que un nuevo gerente [Serhiy Trotsko] tomara posesión de su cargo, alegando su supuesta vinculación con un escándalo de malversación de fondos en otra mina de carbón de la región. También afirmaron que su nombramiento se hizo bajo la presión de los smotriashchiy locales, -término que designa a la red de supervisores oficiosos corruptos del sector ucraniano del carbón. El director negó haber incurrido en ninguna infracción y dijo que no pesaba solbre él ninguna investigación.
Ahora, según los mineros, los esfuerzos por tomar el control de la mina han alcanzado un nuevo nivel y se han puesto en huelga para proteger sus puestos y condiciones de trabajo. Describen una secuencia brutal de acontecimientos. El 9 de septiembre, un nuevo gerente llegó a la mina nº 9 con un abogado y una docena de guardias de seguridad privados. Mientras el director en funciones, Volodymyr Yurkiv, celebraba una reunión, el nuevo director propuesto, Serhiy Trotsko, trató de destituir a Yurkiv y a otras personas de sus cargos. Trotsko dijo que había sido nombrado recientemente por el Ministerio de Energía de Ucrania, pero no mostró copia de la orden del nombramiento según Yurkiv. (El ministerio confirmó a openDemocracy el 14 de septiembre que había nombrado a Trotsko).
Esto desembocó en un enfrentamiento entre los mineros y Trotsko y su equipo de seguridad, según los vídeos de los hechos pudo ver openDemocracy. Yurkiv, que fue degradado a ingeniero jefe por el ministerio tras una protesta anterior en agosto, afirma que el nombramiento de Trotsko no siguió el procedimiento adecuado. Asimismo, dijo que Trotsko llegó sin pruebas de la orden del ministerio.
En declaraciones a openDemocracy, Trotsko dijo que había llamado a un asesor jurídico de la mina nº 9 porque «no conoce al detalle la ley», y que él mismo había contratado a un abogado y al equipo de seguridad privada.
El equipo de dirección de la mina nº 9 y Mykhailo Volynets, del sindicato de mineros, expresaron su frustración por no haber podido ponerse en contacto con el Ministerio sobre la crisis. Volynets presentó incluso una denuncia formal ante las fuerzas del orden ucranianas por el intento de toma de posesión de Trotsko. En ese acto, ve una relación con el anuncio del gobierno ucraniano de un fondo de 2.500 millones de hryvnia (6,7 millones de euros) para la compra de carbón durante la temporada de invierno, lo que podría dificultar los sistemas de calefacción del país.
Un futuro frágil
Al principio de su mandato, Volodymyr Zelenskyi, el presidente ucraniano había prometido erradicar la corrupción en el sector del carbón. Los trabajadores de la mina nº 9 vinculan los recientes nombramientos con un posible retorno de la corrupción. La promesa que Zelenskyi hizo a los trabajadores de la mina nº 9 fue una esperanza para el futuro, dijo Yurkiv, añadiendo que los mineros quieren volver al trabajo «a condición de que [Trotsko] se vaya». Dijo a openDemocracy: «No estoy tratando de aferrarme a mi puesto, eso sería una falsa impresión. Quiero que [la mina nº 9] se mantenga a flote y, sobre todo, que funcione». Según él, los cinco días de inactividad en la mina nº 9 costaron 1,5 millones de hryvnias (unos 40.458 euros).
No es la primera vez que Trotsko intenta ocupar un puesto directivo en la industria del carbón y tropieza con la resistencia. Hace tres años intentó ocupar un puesto como director de Lvivvuhillia, la empresa estatal de carbón de la región de Lviv, con la ayuda de un abogado que viajó hasta allí. Fracasó después de que los trabajadores del carbón le impidieran entrar en el edificio. Trotsko dijo al medio local Bug que había ascendido de electricista a director de mina en Nadiya, en la región de Lviv, y que había llevado guardias de seguridad privados a la mina Novovolynsk nº 9 «para que no se empleara la fuerza física» contra él. En declaraciones a openDemocracy, dijo que había llevado una copia de su orden de nombramiento, firmada por el ministro de Energía, el día que tomó posesión del cargo; Yurkiv dice que nunca se la mostró.
Trotsko dice que las protestas en la mina nº 9 fueron impulsadas por un «cierto grupo de mineros» para quienes un cambio en la dirección significaría la pérdida de sus puestos de trabajo. «La mayoría de los trabajadores de la mina entienden bien la situación, pero están bajo la influencia de sus dirigentes», dijo Trotsko.
Según el Ministerio de la Energía, la mina nº 9 ha prácticamente agotado sus reservas de carbón. El cierre de la mina está previsto para el año 2023, y los trabajadores temen que los cambios en la dirección puedan provocar un cierre anticipado. Trotsko dice que fue designado para aumentar la rentabilidad de la mina, y para dar al ministerio una razón para suspender el cierre de la mina. Andriy Syniuk, director del departamento de la industria del carbón del ministerio, dijo a openDemocracy que él y su departamento «no tienen nada que ver» con la situación de la mina nº 9.
Syniuk ya había acompañado al nuevo director propuesto, Viktor Herashchenko, a Novovolynsk el 2 de agosto, pero los trabajadores le bloquearon en la entrada de la mina.
Cuando le preguntaron si la llegada de nuevos gestores a la mina nº 9 se debía a una decisión de los altos cargos del ministerio, Syniuk se negó a hacer comentarios. Esta vez, ningún representante del Ministerio de Energía acompañó a Trotsko para presentarlo a los empleados.
En realidad, según Pavlo Holota, subdirector de anticorrupción de la mina nº 9, la dirección de la mina no había sido informada por el ministerio del nombramiento de un nuevo director, ni siquiera en la reunión matinal con los funcionarios del ministerio del 9 de septiembre. Los mineros emitieron colectivamente una moción de desconfianza contra Trotsko en una asamblea general celebrada el 9 de septiembre, en presencia del nuevo director. En respuesta a ello, Trotsko acudió a la policía para presentar una denuncia por obstrucción a su trabajo.
El cuartel general de la policía nacional en la región de Volyn dijo a openDemocracy que se ha abierto una investígación sobre la supuesta obstrucción de la actividad empresarial en la mina nº 9. La movilización en la mina nº 9 no es la única protesta en el sector del carbón en el oeste de Ucrania durante la invasión rusa del país.
A principios de septiembre, los trabajadores de la mina de Nadiya, en la región de Lviv, manifestaron después de que Trotsko, que había trabajado allí durante 17 años, viniera a presentar un nuevo nombramiento a la dirección. Como respuesta, un grupo de seis mineros se negó a subir a la superficie durante tres días.