Antikapitalistak Euskal Herria
Me dirijo a ustedes en nombre de las y los conductores de trolebuses de Kharkiv/Jarkov
Le escribo en nombre de los conductores de trolebuses de las cocheras 2 y de las cocheras de Saltovsky de Jarkov. Durante muchos años ha habido problemas de violaciones masivas de las normas de seguridad, la legislación laboral y los salarios en nuestras empresas. Los conductores de trolebuses de Járkov tienen los salarios más bajos de Ucrania, unas 45 grivnas (1,15 euros) por hora. Las repetidas reuniones con los responsables de las cocheras no han dado resultados positivos. Las y los trabajadores se ven obligados a hacer horas extraordinarias, violando las normas sobre descanso y trabajo por turnos, para ganar al menos un poco más. Las horas extraordinarias se anotan en una segunda hoja de horas. Algunos conductores trabajan de 14 a 16 horas diarias, lo cual es inaceptable, sobre todo porque transportan pasajeros.
Muchos conductores se han marchado a otras ciudades, como Odessa, Kiev, Dnipro y Chernivtsi, porque los salarios de los conductores de trolebuses en estas ciudades son mucho más altos que en Járkov.
El incumplimiento del régimen de trabajo y descanso provoca accidentes, y el conductor del trolebús se ve obligado a pagar las reparaciones a su costa. La ley ucraniana sobre el seguro obligatorio de vehículos no se aplica a los trolebuses y tranvías. En muchas ciudades, a excepción de Járkov, los trolebuses y tranvías están asegurados, lo que puede comprobarse fácilmente mediante el sistema Prozorro.gov.ua.
La organización sindical de nuestras cocheras no protege nuestros derechos de ninguna manera, sólo pagamos cuotas y sólo podemos contar con apoyo financiero en caso de emergencias familiares.
Los conductores de trolebuses se ven obligados a asumir riesgos e incumplir las tareas adscritas a su puesto de trabajo debido a la falta de equipos de protección personal, como chalecos de señalización, guantes aislantes y guantes de protección combinada, que el gerente tiene que proporcionar a sus empleados a su costa.
Desde el comienzo de la agresión armada de la Federación Rusa, muchos de nuestros conductores de depósito han trabajado en los almacenes de HOVA como cargadores y conductores de carretillas elevadoras. En mayo de 2022 empezó a funcionar el transporte eléctrico de la ciudad, una decisión del Ayuntamiento de Járkov estableció la gratuidad de las tarifas y los salarios de los conductores se mantuvieron al nivel de antes de la guerra.
Los conductores de trolebuses estaban obligados a trabajar sólo con camisas blancas o azules, que no nos daban y teníamos que comprar a nuestra costa. Se les entregaron chalecos antibalas, uno por cada material rodante, y el uso de chalecos antibalas también fue controlado y obligatorio.
En caso de ataque aéreo o amenaza de fuego de artillería, estamos obligados a detenernos y dejar bajar a los pasajeros, pero de hecho este requisito no se cumple y el vehículo sigue circulando. Al principio, sólo unos pocos conductores cumplían este requisito, los pasajeros se indignaban porque los demás conductores seguían adelante y se producían situaciones conflictivas. Hasta la fecha, el transporte eléctrico urbano sigue funcionando durante el ataque aéreo y ni las fuerzas del orden ni las autoridades de la empresa y la ciudad han tomado medida alguna.
Pedimos ayuda a la opinión pública, a los sindicatos independientes, a los periodistas y a los activistas internacionales. A pesar del aplazamiento de la movilización de los trabajadores de infraestructuras críticas, muchos conductores se han ofrecido voluntarios para ir al frente.
Queremos que se resuelvan nuestros problemas y un salario decente por nuestro duro trabajo y gran responsabilidad ante los pasajeros.